Introducción
Esta Royal Enfield Cafe Racer viene desde muy lejos, Tailandia para ser precisos, y de la mano del prestigioso y experimentado taller Zeus Custom. Esta motaza entra por los ojos nada más verla, pero cuando sepas la apretada agenda que tuvieron que cumplir para llevar a cabo este proyecto, lo valorarás más aún.
La Royal Enfield quería desarrollar un proyecto que agradase a las masas, necesitaban algo que fuese una creación espectacular e innovadora, pero manteniendo el ADN de la casa. Por si fuera poco, querían presentarlo en el Show de Motos de Bangkok, evento de gran calado internacional cuya fecha estaba muy próxima.
Así fue como Shredded y Nut aceptaron este desafío de sacar adelante el exigente proyecto Cafe Racer. Al fin y al cabo, no pasa a menudo que una marca oficial de renombre como es Royal Enfield llame a tu puerta interesándose por tus servicios. Es más, Shredded y Nut – fundadores de Zeus Custom – apreciaron esta toma de contacto como un gran gesto de reconocimiento a su trabajo al ver que les llamaban desde tan lejos.
Para Zeus Custom, este proyecto lejos de ser una presión se convirtió en un aliciente adicional y se pusieron a crear un diseño a partir de la Royal Enfield Interceptor 650. Una vez tuvieron la aprobación de la casa, sólo tuvieron 45 días para traer a la vida a esta increíble montura Cafe Racer y dejarla 100% lista para ganar el evento del año.
Modificaciones en la Royal Enfield Cafe Racer
Hay un dato importante que no hemos mencionado aún y es que, la primera fase del proyecto consistió en hacer el diseño. Durante este proceso, el taller buscaba la aprobación del boceto, estética y características técnicas para realizar unas modificaciones planificadas. Y no vieron en persona la moto hasta que tuvieron el “OK” de casa oficial para proceder con el trabajo. Por tanto, la primera vez que pudieron ver el chasis – parte muy influyente en la transformación de una Cafe Racer – fue cuando sólo tenían 45 días por delante para el día del Show en Bangkok.
Primeros cambios en la moto base
Lo primero que a uno le viene a la mente cuando mira esta moto es la fluidez que han logrado darle a su aspecto. Y es que, esto fue una de las cosas que más le gustaron a los de la marca oficial. Que la moto iba a consistir en una única pieza metálica, hecha a mano, que conformaba el depósito, el asiento y el colín. Todo encajado en el chasis y siguiendo una línea continua horizontal a lo largo de la estructura, rasgo característico en este estilo de motos. Esto es una de esas cosas que así dicho no parece para tanto, pero que conlleva mucha complicación técnica.
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Elaboraron todas las piezas manualmente, y siguieron un proceso iterativo de encajarlo en el chasis de la moto, perfilar las formas del depósito original y rellenar huecos hasta conseguir un ensamblaje perfecto. Como base utilizaron las horquillas delanteras, las desmontaron, reconstruyeron y pintaron de color negro, a juego con el resto de la montura, las llantas y detalles del motor. Y para asegurar que el cuerpo fuese perfectamente paralelo con el suelo, instalaron unos amortiguadores custom traseros.
En cuanto a la parte frontal, uno de los detalles más bonitos es el faro delantero, un claro guiño al recorrido histórico de la marca Royal Enfield y su estética tradicional. La luz delantera está envuelta por una carcasa oscurecida en negro y equipada con un bisel de color bronce. El velocímetro, que sigue la misma estética de colores, además tiene su interior con un estilo oxidado / envejecido con una aguja rústica. Así mismo, tanto el cuadro de mandos como el semi manillar están equipados con gadgets electrónicos con funcionalidades simplificadas.
Detalles finales en el proyecto Cafe Racer
Para la batería, utilizaron una actualizada con mejor rendimiento y la mitad de empaque. La situaron de manera que dejase limpio a la vista el espacio bajo el asiento. Además, algo que aún no se ha mencionado pero que salta a la simple inspección de la motocicleta: los tubos de escape, fabricados desde cero. El nuevo diseño sale del motor, gemelos uno a cada lado y con una salida alta terminada en bronce. Según el equipo de Zeus, se construyeron como prolongación del motor, para optimizar la potencia y rugido proveniente de los cilindros. Y por supuesto, son una maravilla visual.
A pocos días del evento de motos internacional, la presión era acuciante y aún les quedaban algunos detalles. Introdujeron una luz trasera e indicadores intermitentes pequeños para no restarlo protagonismo al colín curvado. Las estriberas se hicieron de metal, estilo moto custom vieja escuela, pero más atrasadas, para una posición deportiva. Y el asiento fue tapizado a mano con dos capas de cuero de alta calidad para conferir un mayor confort en la conducción.
Imágenes de la Royal Enfield Interceptor 650 Cafe Racer
Así fue como en tan solo 7 semanas, la Royal Enfield Interceptor 650 Cafe Racer fue bautizada con el nombre de “The Prime”, rugió estrepitosamente en los salones de la exhibición en Bangkok y fue recibida con una gran ovación de aplausos. El resultado logrado ha sido una moto Cafe Racer constituida por una única monopieza, que invita al movimiento debido a su ligereza y fluidez, repleta de detalles rústicos al más puro estilo “old school”. Sin duda, el equipo de Zeus Custom ha sabido reflejar el carácter Cafe Racer y combinarlo con la estética histórica de la casa Royal Enfield.